Una imagen fotográfica calca al accidente, además de que transmite y contagia la tragedia a sus espectadores, pero no más allá de sus cuatro extremos.
Palpar, oler, incluso tocar esa desgracia, es otra cara de la vivencia que permite detallar el suceso y conseguir un retrato escrito, en esta ocasión, de lo que hoy fue La Guarda Guerrero, un escenario donde 20 personas perdieron la vida y 31 más resultaron heridas luego de que un autobús de turismo proveniente de Michoacán se quedó sin frenos y terminó por estrellarse contra una vivienda.
En El Guarda de Guerrero o San José el Guarda, no viven más de 2 mil 500 habitantes. Escondido en las montañas de la zona, sólo puede verse desde la carretera Joquicingo-Malinalco, una de las rutas para llegar al Santuario de Chalma.
Una curva marca la desviación al pueblo y seguido de ello, una prolongada pendiente que se mantiene por casi un par de kilómetros. La angosta carretera se convierte en cientos de metros en la avenida Independencia, que se ha convertido en un atajó para quienes circulan por la vía.
“Por querer ahorrarse tiempo y hasta gasolina le cortan por aquí, pero vea ahora, la tragedia, relató la señora Licha, de 90 años de edad, que sólo ayudada de su bastón se retiraba de la zona centro del pueblo después de comprar café, azúcar y otros víveres.
“Vengo desde allá arriba a comprar algunas cosas y me enteré de esta desgracia, Dios los tenga en su Santa Gloria a quienes ya van rumbo al cielo”, mencionó mirando hacía la montaña y envuelta en una cobija.
Con este accidente, refirió, ya van tres que ocurren en esta calle, y añadió, “no se que hemos hecho, pero pobre gente ya no llegó a ver al Señor de Chalma. Algo pasa aquí”.
Lo que pasa, prosiguió, es que le quieren cortar el camino y sus frenos no aguantan. Apenas agarran la bajada y te desbocas. Ya hemos tenido varias tragedias así.
Por eso, finalizó doña Licha antes de seguir su camino y dar la bendición, “maneja con cuidado para que lleguen con bien a su casa y que Dios los acompañe”. Con camino lento se retiró y tomó la pendiente, por donde alrededor de las 08: 35 pasó el autobús de turismo proveniente de Michoacán con casi 50 peregrinos que intentaron visitar el Santuario de Chalma.
Desde 500 metros antes de llegar al lugar del accidente, ya se respiraba la tragedia. Ambulancias apiladas a la orilla de la calle de Independencia, anunciaban el suceso, uno de los más trágicos de los últimos años.
Tras el acordonamiento policíaco, los murmullos de pobladores se entremezclaban con los reportes de algunos reporteros que daban a conocer el mortal hecho. Paramédicos entraban y salían al lugar, donde a lo lejos se apreciaba el autobús de turismo Tejeda, color blanco con rasgos rosas y morado, casi desecho.
Algunos habitantes de la comunidad se acercaban al lugar y miraban con angustia al autobús que se había estrellado contra una vivienda, otros seguían su rutina normal. “Otra vez un camión. Dios mío”, le comentaba una madre a su hijo que llevaba de la mano.
“Yo sólo escuché un fuerte golpe y después gritos, mi mamá salió corriendo y me dio mucho miedo. En el momento sólo me tapé con las cobijas, pero no aguante y salí a ver qué pasaba, pues escuchaba que lloraban”, narró una niña, vecina del lugar donde sucedió el fatídico accidente.
Al llegar a donde estaba el camión, expresó la menor, “sólo vi como había mucha sangre y gente colgando del camión. Estuve a punto de desmayarme, pero mi mamá me dijo, niña vete para la casa”.
“Escuchaba que alguien gritaba: una barreta, una barreta!!!, mientras algunos pasajeros bajaban y se sentaban a la orilla de la calle”, detalló.
“Venían de Michoacán”, decía un comunero que interrumpió el relato de la pequeña, quien todavía nerviosa se paseaba por el techo de una casa.
“Hay muchos muertos, yo vi a varios tirados que ya no se movían”, retomó la plática “La Güera”.
En cifras oficiales, las autoridades del gobierno estatal reportaron 19 personas fallecidas, entre ellas cinco varones y 14 mujeres, así como 32 lesionados, mismos que fueron trasladados a diferentes hospitales.
Más tarde, lamentablemente la cifra de víctimas creció a 20, ello luego de que una pequeña que fue trasladada a bordo de un “Relámpago” murió al llegar al hospital.
