El cielo poco a poco está conformando su área de servicios de emergencia de élite, pues pasado jueves, Ángel González salió franco de este mundo terrenal para unirse a aquellos héroes de la vieja guardia que se han marchado.
Fueron contadas las veces que me encontré con Ángel González, siempre fue un paramédico serio y por lo mismo muy responsable en sus tareas.
De las innumerables ocasiones que acudí a la base para cubrir los incidentes, fue a través de otros amigos, que quizá cruzamos algunos saludos. No hubo más.
El hecho de formar parte del grupo denominado de la vieja guardia, me da la garantía de señalar que su labor fue muy loable en la tarea que tienen los servicios de emergencia.
Era un gran compañero, una fuente de buenos consejos, refieren algunos de sus compañeros que compartieron la misión de los que conforman este servicio de emergencia.
Este domingo aunque dentro de un ataúd, se presentó a laborar y la sirena de su ambulancia sonó. Ya va rumbo al cielo, allá donde continuará su misión al lado de quienes se han marchado y nos están esperando.
Buen viaje don Cepillo…