“Cualquiera puede cocinar”, es una frase muy cierta del famoso chef Gusteau y sin salir del libreto también “cualquiera puede probar” y describir lo que su paladar expresa.
Chefcito, se encargará de recorrer una larga la ruta del sabor por Toluca y sus alrededores, y además de visitar, restaurantes, fondas, taquerías, torterias y demás negocios de alimentos, compartirá su experiencia y dejará que su paladar hable.
Aquí su experiencia de desayuno en el restaurante “Malenz” ubicado en Horacio Zuñiga en la colonia Morelos, en la ciudad de Toluca.
Su discreción es una garantía de tranquilidad y una disimulada entrada, que se combina con el toque de un timbre, ofrece ya una incógnita visita.
El mesero abre la puerta y brinda la bienvenida. Al interior, las mesas ordenadas te invitan a ponerte cómodo, es algo parecido cuando entras a la cocina de la abuelita, un lugar ordenado y adornado con piezas de cerámica encerradas en vitrinas.
La música suave y el olor a fogón, te generan confianza y auguran una experiencia culinaria inigualable.
El paladar se prepara y la llegada del café se convierte en su primer prueba. El primer sorbo siempre es la entrada al sabor. La taza llegó y el obligado endulzante light, no augura un buen sabor.
Lo tibio de la bebida rompe el hechizo al paladar que después se endulza un poco con la canasta de pan tostado rodeando una mermelada artesanal y piedritas de mantequilla.
La fruta seleccionada e impregnada de frescura, vuelven a ilusionar. Lo dulce de la piña, prepara al paladar para recibir el plato fuerte.
Unos huevos con tocino acompañados por frijoles refritos escarchados con queso y acompañados por un par de totopos enterrados, llegan a la mesa.
El platillo es servido en su punto y por lo mismo, ofrece al comensal un sabor inigualable que se disfruta en cada pausa para tomar un vaso de jugo verde quizá un poco dulce pero aceptable.
Por todo lo anterior un lugar acogedor y recomendable para comenzar el día con un desayuno envuelto en la tranquilidad.
