La misteriosa muerte de Octavio Ocaña mejor conocido como “Benito” ocurrida en Cuautitlán Izcalli opacó por completo el accidente ocurrido sobre la México-Toluca donde se vio involucrada por tercera vez en este sexenio del gobierno estatal, un camión de la Secretaría de Seguridad del Estado de México (SSEM).
El saldo de este percance automovilístico que ocurrió el viernes pasado alrededor de las 13:00 horas sobre la vía referida a la altura del kilómetro 41 en la caseta de cobro, fue de al menos 12 personas heridas entre cadetes y un matrimonio con su hija que viajaban a bordo de una camioneta y fueron impactados por el autobús.
La unidad de la SSEM por cierto con cromática de la anterior administración estatal, pertenece a la Universidad Mexiquense de Seguridad con sede en Nezahualcóyotl y se dirigía con cadetes de la policía estatal a la ciudad de Toluca.
Según testigos del accidente vial, fue una falla en los frenos lo que provocó el choque.
Esta escena ya se ha repetido en al menos dos ocasiones más dentro de la administración estatal, aunque a comparación de este último accidente, en los anteriores si hubo víctimas.
El primero de ellos ocurrió la tarde del pasado 28 de octubre del año 2018 sobre la carretera Joquicingo-Malinalco.
En esa ocasión, los uniformados se dirigían a Malinalco, cuando la unidad sufrió fallas mecánicas y se accidentó; el saldo fue de un policía fallecido y al menos seis heridos de gravedad.
La desgracia mayor ocurrió la mañana del 8 de Mayo del año 2019 en la carretera federal Toluca-Cd. Altamirano, cuando al llegar a la entrada a Tejupilco policías estatales integrantes de la banda de guerra se accidentaron.
De nueva cuenta una falla mecánica provocó que el camión de la SSEM, se estrellará contra una casa y a su paso se llevará a un par de taxis.
Dos policías fallecidos y al menos 18 heridos fue el saldo de aquel aparatoso percance sucedido en ese municipio sureño.
En los tres eventos, la causa pudo ser la misma: una falla mecánica en las unidades de la Secretaría de Seguridad del Estado de México (SSEM) y eso nos lleva a preguntar sobre el mantenimiento de las mismas.
Desde el primer desafortunado evento, tendría que ser el mismo subsecretario, Sergio Hernando Chávez, quien hubiera girado instrucciones para revisar meticulosamente el mantenimiento del parque vehicular de la corporación que luce viejo y olvidado.
Pero no fue así, de nueva cuenta ocurren dos accidentes más y se han sumado más víctimas, así como personas lesionadas cuya vida les cambia por completo.
Si la corporación no quiere investigar, a los policías estatales y a ciertos sectores de la sociedad les gustaría conocer cuál es el servicio de mantenimiento que reciben las unidades.
Con qué frecuencia pasan a revisión y lo más importante cómo se elige a los talleres o a la empresa encargada de darle mantenimiento a dichos vehículos.
En ninguno de los tres accidentes se ha investigado la causa y todo queda en el olvido. Eso hace pensar en que el mantenimiento es dudoso y dicha obligación de la dependencia, solo es usada para desviar recursos que van a parar a los bolsillos de los altos mandos.
También valdría la pena conocer si las familias de los uniformados fallecidos recibieron la indemnización correspondiente.
