Ser un Rey Mago no solo cosecha sonrisas y la alegría de los niños, también se viven historias desgarradoras que “nos llevan al llanto, coraje e impotencia”, declaró “El Pato”, quien desde hace más de 20 años le da vida a Baltazar, uno de los tres Reyes Magos.
De oficio hojalatero, confesó una historia que le tocó vivir en los años que le ha tocado ser Baltazar y que lo ha marcado por el resto de su vida.
“Aquí nosotros tenemos que consentir a los niños, platicar con ellos y les damos tanta confianza que no abren su corazón y nos llegan a confesar cosas realmente muy feas”, indicó.
Una de estas viviendas que todavía hoy lo llenan de coraje, recordó, fue en una ocasión que una pequeña de corta edad se le acercó.
“La niña me abrazo y hubo mucha afinidad, platicamos y me gané su confianza. Recuerdo que antes de la foto se sentó junto a mi”, relató.
Al comenzar a pedirme algunos juguetes, subrayó, “me susurro al oído, Rey Mago quiero pedirte que le digas a mi papá que ya no me pegue”.
De inmediato, comentó, sus ojos se llenaron de lagrimas pero se contuvo el llanto y su mirada de inmediato se concentró en el papá que la acompañaba junto con su mamá.
“Te juro que esa tristeza se convirtió en coraje y estuve a punto de quitarme el disfraz y golpear a ese hombre. Me contuve no sé cómo, pero me contuve”, recalcó.
Después de la foto, la niña y sus padres se retiraron y yo me retiré un poco del lugar, para ponerme a llorar, pues cómo pueden existir un ser humano que le pegue a su propia hija.