Por Geronimo Miguel Andres Martinez, presidente del Colegio Mexicano de Penitenciaristas
“El delito es un abuso de la libertad y por eso se restringe esta: el castigo no debe ser nunca un abuso de poder”
Lic. Juan Fernández Albarrán. Gobernador Constitucional del Estado de México. Discurso de inauguración del Centro Penitenciario del Estado de México. 25 de junio de 1967.
De director del Centro Penitenciario de Almoloya de Juárez a Presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. CIDH.
En el Estado de México se inició propiamente dicho el sistema penitenciario humanitario y a criterio de quien esto escribe, se forjo la primera etapa del penitenciarismo moderno.
El creador de este nuevo sentido de la prisión se inició con la inauguración del Centro Penitenciario de Almoloya de Juárez, el 25 de junio de 1967 y su primer director fue el joven jurista Sergio García Ramírez, quien en compañía de otros Penitenciaristas y criminólogos como Alfonso Quiroz Cuarón, Antonio Sánchez Galindo, Emma Mendoza Bremauntz, Luis Rodríguez Manzanera, Enrique Gutiérrez, Clementina Cedillo, Julia Sabido y los especialistas argentinos Hilda Marchiori y Luis Marco del Pont, entre otros, hicieron realidad la tan anhelada reforma penitenciaria del Estado de México y que tuvo repercusión a nivel nacional e internacional.
Se clausuro la Cárcel Central de Toluca, ---a un costado de la entonces terminal de autobuses--- llamada “de moscas” o “de los hombres de bien”, porque desde la calle de enfrente se encontraba el entonces Instituto Científico y Literario ahora Edificio de Rectoría de la UAEM, Universidad Autónoma del Estado de México y se nombraba así debido a que desde abajo se veían las cabezas de los presos que se asomaban y parecían moscas e increíblemente no se fugaban. De ahí el mote de los hombres de bien.
¿Por qué el penitenciarismo humanitario?
Esto debido que se elaboró la primera Ley de Ejecución de Penas Privativas y Restrictivas de la Libertad del Estado de México, que contenía los avances en la materia como fueron: la creación del Tratamiento Progresivo y Técnico, el Consejo Técnico Interdisciplinario, los beneficios de preliberación, la prisión abierta, el Patronato para Reos Liberados, así como la capacitación del personal penitenciario de todos los niveles, a saber, directivos y técnicos, administrativos y de seguridad y custodia que prestarían sus servicios en este Centro Penitenciario, ahora llamado de “Santiaguito”.
Como subsecretario de Gobernación, ya en la segunda etapa del penitenciarismo, simultáneamente fue director del “Palacio Negro de Lecumberri” y en junio de 1976 clausuro esta temible prisión mexicana e inicio la creación de los Reclusorios de la Ciudad de México denominados Norte, Sur, Oriente y el Centro Medico de Reclusorios.
De formación Licenciado en Derecho ---mención honorifica, 1963--- llego a Procurador General de la República, Profesor Emérito de la Facultad de Derecho de la UNAM e Investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la misma Universidad. Doctorado en Derecho ---mención magna cum laude, 1971--- con su tesis doctoral La Prisión, publicada por el FCE-UNAM, director del Centro Penitenciario de Almoloya de Juárez y Presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. CIDH, así como miembro del Sistema Nacional de Investigadores.
Con basta obra jurídica publicada, Don Sergio García Ramírez fue un excelente conferencista magistral –aquí en Toluca diserto en el Colegio de Abogados y en el Auditorio de la Escuela Judicial del H. Tribunal Superior de Justicia del Estado de México---. Todo un hombre congruente y apasionado de la investigación jurídica y uno de los autores más prolíficos de México.
En materia penitenciaria, sin duda, fue el que escribió una inmensa obra en esta materia, entre otras: Legislación Penitenciaria y Correccional Comentada, La Prisión, de Carceleros y Custodios, El final de Lecumberri, etc.
México pierde hoy a uno de sus mejores hombres de letras. Un pilar en la enseñanza del Derecho y un defensor a ultranza del genuino y democrático Estado de Derecho, a un jurista nacional e internacional de gran valía.
Hoy, el Estado de México pierde a su mejor ideólogo en la materia penitenciaria y que dio lustre y lo puso en la vanguardia tanto a nivel nacional como internacional. Urge recuperar nuevamente este lugar y trabajo encomiable.
Pero a mi criterio, México pierde hoy al mejor penitenciarista que, de manera teórica y práctica, demostró la congruencia en su hacer y pensar.
México hoy se encuentra de luto, por la muerte de un defensor de la Constitución y de la Ley.
Una sentida condolencia a sus familiares, alumnos y amigos. QEPD.
